domingo, 24 de noviembre de 2013

Entre pozos, anécdotas y cuevas olvidadas

Tesoros que corren bajo nuestros pies...


Pozo en la Calle Colón (conocido como el de la Calle las Peñas)
Cualquiera que viva por la Ronda de los Molinos o de la Cuesta sabe que en invierno, cuando llueve en abundancia, el risco sobre el que se asienta su casa "llora". Desde tiempos remotos se han aprovechado bosques, peñas elevadas, cuevas, pozos y manantiales subterráneos para construir sobre ellos lugares sagrados. Estos espacios naturales fueron los primeros santuarios utilizados por el hombre El agua ha sido siempre una obsesión en Consuegra y garantizar su suministro, una prioridad.  
En el siglo XVII, en 1643, el Licenciado Joseph García Puertanueva nos cuenta en su manuscrito que las aguas de Consuegra eran dulces y que cada casa tenía un pozo, en ocasiones incluso dos. Decía contar en su término y contornos con unos manantiales de aguas singulares, especialmente uno, que abastecía a la "gente principal", llamado de los Terrados. Gentes no sólo de Consuegra, sino de otras localidades acudían a esta fuente para aliviar sus achaques y cuenta la anécdota de que en tiempos de la dominación romana se utilizaba por todo el imperio esta expresión- " más os quería ver entregados a las sabrosas aguas de Consabura, que no a los dulces vinos de Tarraco". 

http://circuloculturalconsaburense.blogspot.com.es/2013/07/en-abrevadero-que-anoraba-ser-canal-del.html


http://circuloculturalconsaburense.blogspot.com.es/2013/07/y-los-romanos-trajeron-el-agua.html


Estanques Romanos (La Poza) Col. Oficina de Turismo

En 1894, con motivo del estudio realizado para llevar agua potable a la villa de Consuegra, el ingeniero D. Gonzalo Aguirre detalla manantiales y otros datos interesantes del paso del agua por Consuegra. Las aguas de los pozos de la villa eran descritas  como gruesas, salobres y de poca calidad, compuestas de sales a base de cal y magnesia, en las cuales el jabón no hacía espuma y se coagulaba formando grumos. Se cita en este documento que era habitual en Consuegra ver por las calles vendedores de aguas de manantiales lejanos, como las de la fuente del Almendro, como prueba de la necesidad de abastecer a la localidad con agua de calidad para su consumo.  Se determinó colocar pozos vecinales, en la mayor parte de los casos aprovechando un pozo natural o corriente subterránea de agua, como fue el caso del pozo de la Plaza de la Constitución (hoy de España), el de la Plaza de San Juan y el de las Carmelitas, en la Puerta de Madridejos, frente al Cuartel. Al hablarnos del sistema de alcantarillado previsto, el documento nos desvela que el subsuelo de Consuegra y sus alrededores está compuesto de roca caliza. La cara norte de la cuesta, en las canteras donde se iba a asentar el depósito de abastecimiento, también dice estar compuesta de este tipo de roca y habla que existía en esas canteras una cueva con agua subterránea. La roca caliza es permeable, permitiendo que se filtre agua al subsuelo, agua cargada de ácido carbónico, que con el paso de siglos de filtraciones disuelve poco a poco la roca caliza por donde discurre, formándose grandes cavidades por donde circulan verdaderos ríos subterráneos. Los ingenieros encargados de este proyecto afirmaban que había aguas subterráneas que corrían de manera natural bajo las rocas sobre las  que se asienta Consuegra, dato contrastado al explorar pozos particulares que daban acceso a cuevas que se perdían bajo sus pies.

Desgranaremos en este post los pozos y fuentes de antaño más relevantes de nuestra localidad. Muchos de ellos guardan anécdotas, secretos, confidencias y retazos de Consuegra que no debemos olvidar.
Comenzamos nuestro viaje por el pozo de la calle Las Peñas (hoy calle Colón), uno de los más usados en tiempos. Construido aprovechando las vetas de las rocas que forman la cuesta, por donde manaba agua de buena calidad, a unos 6 o 7 metros de profundidad. La gente no solía usar el carrillo para extraer el agua, sino que directamente arrastraban el cubo por la roca, en la que se habían marcado tras el paso del tiempo las huellas del roce de las sogas.  El pozo actualmente está condenado, pero se puede ver, como muestran las imágenes.






 Bajamos hacia el paseo y llegamos hasta la iglesia de San Juan. Por cierto, os debía una respuesta. La cruz paté grabada en la iglesia la podéis ver aquí:




El Pozo de la Plaza de San Juan se construyó aprovechando una corriente subterránea de agua. Fue testigo de varios suicidios de vecinos de Consuegra que no encontraban otra salida a sus problemas. El agua en Consuegra solía ser de mejor calidad y más abundante de la cuesta hacia el río que del río hacia el barrio del Imparcial. En la Plaza de Madrid de dicho Barrio podemos contemplar un pozo construido tras la inundación de 1891:
Cól. Oficina Turismo Consuegra
Nos dirigimos a la Calle de Fray Fortunato (Los Frailes) donde al final, frente a la conocida Casa del Prior,  se ubicaba uno de nuestros pozos más pintorescos, el Pozo del Tío Bernardino. Era un pozo bastante profundo, al cual tenían acceso las casas de alrededor (la del Prior y otras) a través de pasadizos subterráneos cerrados cada uno con su puerta. Éste pozo y el de San Juan tenían un abrevadero para dar de beber al ganado.

http://circuloculturalconsaburense.blogspot.com.es/2015/04/la-leyenda-de-la-cuarta-noche.html


Solar donde se ubicaba el Pozo del Ayuntamiento
Entre las fuentes  recogidas por Fernando Jiménez de Gregorio  (s. XVIII) localizamos la de la plazuela de la Puerta de Madridejos, junto a las Carmelitas, otra al pie del convento de los Padres Franciscanos, la de la plazuela del Rodeo, junto a la carnicería pública y por último la del barrio de San Juan. El agua que de ellas manaba era delgada y dulce. Consuegra era agua, como bien muestra su topónimo

http://circuloculturalconsaburense.blogspot.com.es/2013/12/el-origen-del-toponimo-consuegra.html


No hay que confundir las cuevas naturales, frecuentes en terrenos calizos, con las característica frequeras para conservar los alimentos en el  siglo pasado, ni con posibles restos de cloacas romanas o construcciones de épocas pasadas. En la carretera de Urda, esquina con Diego Rodríguez de Vivar, se ubicaba el Pozo llamado de la Tía Sara. Siguiendo el rastro de estos manantiales naturales podemos llegar hasta el suministrador de todos ellos, un pozo descubierto en 1962 en la actual Ronda de los Molinos, cuyos terrenos fueron comprados por el Ayuntamiento a sus propietarios  por la gran cantidad de agua que manaba de él. Fue tal la cantidad de agua que se extrajo que al cabo de cierto tiempo se secó, secándose con él los pozos que de él se surtían. Existe la creencia de que estos pozos a su vez dependían del manantial de los Estanques Romanos, en La Poza, de agua abundante y de buena calidad.


Este pozo de la Ronda de los Molinos comunicaba con unas cuevas, decían de estalactitas y estalagmitas, que se perdían en las entrañas de la cuesta. En 1962, un grupo de jóvenes deseosos de explorar aquellas extrañas cuevas recién descubiertas llegó a Consuegra. Ayudados de un cable de gran longitud, a nado, descubrieron varias cuevas y covachas que se comunicaban. Pero la cueva no estaba dispuesta a desvelar sus secretos, pues el último de ellos, Antonio Sanz, murió electrocutado al contactar su lámpara con el agua. Este suceso conmocionó a Consuegra, que no dejaba de  padecer infortunios relacionados con el agua.

La fuente Bicaco, desvelados sus secretos gracias a la excavación realizada en el sondeo uno, en el cerro de la Cuesta, próxima al molino Bolero. Por lo visto, en épocas anteriores, más húmedas que la actual, al llover, se embalsaba el agua en esta estructura y manaba poco a poco por debajo. Curioso teniendo en cuenta que se trata de una estructura hidráulica.

Próximo a las canteras de Sara, fácilmente reconocibles actualmente porque parecen un enorme "bocado" en la cuesta, algo más arriba, en ocasiones, aparecía otro manantial entre dos grandes piedras, conocido como la fuente de la Rendija.

Antes de llegar a  la cantera de Sara, en una más pequeña, se localiza la entrada a una cueva con rocas kársticas alrededor. 

Detalle piedra caliza en la trampilla


Mas cuevas que se conocieran eran las de la cantera conocida como "de Guarrama", bajo el actual vertedero y las Cuevas de "La Arena", a las que se subía por el Portachuelo y la Cruz Verde, ambas en el cerro, y cuevas míticas en el casco como las de las casa de la Tercia o las de la calle del Pozo de la Nieve, que se pueden adivinar desde la calle:




Mítica cueva en la calle de Los Muertos 16, dando la trasera a General Primo de Rivera. Grande, con largos pasadizos que iban a parar a ella. Como muestra de su existencia queda únicamente esta trampilla de ventilación en la acera.


Bajo nuestro Castillo también hay cuevas, en la zona del jardín, en el espolón de la barbacana y frente a la parte trasera del torreón de los escudos, ambas cegadas. 
Crónicas describen un manantial o fuente de aguas cristalinas que manaba bajo el castillo. ¿Pudo corresponder a la oquedad que se aprecia en la imagen inferior?  



Posiblemente todas ellas conectadas con esta otra cueva de la pegada a los muros  del castillo

...Tesoros que corren bajo nuestros pies.


                                                                                                      Elias y Angeles Anaya




7 comentarios:

  1. Muchas gracias por seguirnos y apreciar nuestro trabajo. Vuestra valoración es un estímulo para continuar.

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  2. Tomas perez-olivares6 de febrero de 2014, 14:50

    Animo, asi se fomenta la cultura de un pueblo. gracias

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  3. Un buen trabajo que merece ser aplaudido. Gracias por el esfuerzo y la pulcritud en la presentación

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  4. Buenas, recuerdo de chaval que había unas cuevas que me parece recordar estaban situadas en alguna de las antiguas canteras, situadas en la falda de cerro y recuerdo que pasábamos gateando unos cuantos metros y una vez dentro nos poníamos de pie y cortábamos "estalactitas" y "estalacmitas" ?, y nunca llegamos a recorrerlas por miedo a que hubiera algún "monstruo", pero daba la sensación de que esas cuevas llevaban a algún sitio. ¿Sabéis algo de dichas cuevas? y si es así, ¿estaban comunicadas con algún lugar?. Gracias.

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  5. Poco hay que comentar ya está bien descrita toda esa información. En mi juventud teníamos muchos problemas para dar de beber a los ganados en años de sequía los pozos no suministraban suficiente agua y se secaban . Para el consumo humano había que acarrear el agua desde muy lejos nos ayudabamos con las bestias que aparejadas convenientemente se transportaban cuatro cántaros hasta llenar las tinajas en los domicilios .

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